lunes, 3 de enero de 2005

Y volver, volver, vooolver

Tal como si se tratara de una canción de aquel famoso artista Vicente Fernández. Justo cuando estás apenas acostumbrándote a las vacaciones tienes que regresar. Sin duda es el día cuando tu cama te abraza más fuerte que nunca y te es difícil despegar.



El lunes, primer lunes de 2005. El inicio del primer quinquenio del milenio. Y también el primer día en el cual los propósitos que se hicieron en la celebración se deben de empezar.



Para realizar un propósito de año nuevo solo basta no haber cumplido el del año anterior, que sea una falla que debamos de arreglar o un problema a superar. La frustración por no cumplirlos es frecuente, pero, seamos honestos, dudo que alguien se haya suicidado por la falta de alguno.



Hay quienes aconsejan que, para no frustrarse en el fallo de estos propósitos, ponerse unos sencillos. ¡¿Qué chiste tiene?! Si en verdad quieres bajar de peso hazlo, y no te pongas: "comer pocos chocolates". Los propósitos deben de ser un ejercicio de superación personal. En otras palabras debe de ser un reto.



Y en este reto intervienen muchas personas. Consolidar una pareja, el más clásico de todos: bajar de peso, lograr un mejor trabajo, aprender un nuevo idioma. Para quien los hace es un reto, pero para otras personas representa una oportunidad.



Hay escuelas de idiomas que tienen su mayor índice de inscripción en enero, los gimnacios - algunos - también reciben gran cantidad de clientela. Los servicios de salud deberían de ser otras posibles fuentes de beneficios. En fin. Un reto que mientras a algunas personas representa el objetivo a perseguir, para otras una chuleta a la cual corretear. Y tu ¿qué harás? Perseguir o corretear.



La vida es en sí un experimento...

Mauricio Martínez R.

mau_76@hotmail.com

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