Dice una maldición China "Ojalá y te toque vivir tiempos interesantes". Y tal cual se ha cumplido. Estamos viviendo una invasión sin medida y proclama a sus víctimas ser seguidores de su nuevo amo.
Esta invasión viene desde tiempos remotos. Desde los años 60 cuando pequeños aparatos transistores llegaron a occidente augurando una posterior supremacía. Desde los 70 cuando Yoko Ono separó a los Beatles y cautivó la mirada azul de Lennon. Desde los 80 cuando sufrimos a la par con Remmi cuando el Señor Vitalis caía ya sin vida. Desde los 90 cuando nos vimos deslumbrados por el futurismo de una serie llamada Robotech...
Asia lleva a cabo una invasión y lo hace iniciándola a la vieja usanza americana: a través de la cultura. Hace tres años "El Tigre y el Dragón" le quitó a Amores Perros su lugar como posible mejor película extranjera en los Oscares, perfilándose como la favorita de la Academia. El año pasado Quentin Tarantino fascinó a la audiencia con el filme Kill Bill, un tributo a las viejas películas de artes marciales.
Este año se estrenó El Héroe. Un filme de Zhang Yimou que narra una historia de hace dos mil años - los Chinos comienzan a preparar al mundo dándonos una clase de historia... de su historia - del primer emperador Chino y cómo nació aquella poderosa nación.
Desde Kundum de Martin Scorsese no habíamos presenciado una película mística, y multicromática. Con una fotografía estupenda, una ambientación suprema. Efectos especiales que refuerzan la historia y no brillan por si solos. Escenarios increíbles y una historia sencilla que impacta. Es un poema hecho película.
Un filme que vale la pena ver, pues nos da la primicia de lo que muchos ya suponemos: este siglo pertenece ya a un nuevo país, ya lejos del imperialismo americano que día a día da cuentas de su desmoronamiento... ¡El nuevo rey ha nacido, viva el rey! ¿O tú qué piensas?
La vida es sí es un experimento...
Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com
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